martes, 24 de junio de 2014


Mi punto de apoyo ~ ACH
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos,
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada,
que mira y siembra futuro.
Tu boca es tuya y mía
tu boca no se equivoca,
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía.
Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz,
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti.

domingo, 22 de junio de 2014

Bendita locura.
Dolor. Repulsión. Furia. Rabia.
Pura impotencia, que pronto se convertirá en dulce venganza.
Tan cruel, tan bella, tan amarga, tan refrescante.
Pero mientras tanto aquí sigo, asqueada del mundo. Pensando que dentro de poco cometeré una locura. Pero bendita locura.
Será la mayor venganza jamás cometida.
Una venganza que se recordará durante siglos.
Un plan perfecto maquinado durante años, en el que no cabe la posibilidad del fallo.
Con esto, muchos sentirán repulsión hacia mi persona; y otros me tendrán tal admiración, capaz de que esta historia sea transmitida durante siglos.
Y con solo recordarla, temblará el mundo.
Esta historia tendrá un radiante final.
Con sed de venganza.
Con sed de sangre.
Un final tan bello como dolo
ros
o.

sábado, 14 de junio de 2014

Inocente soledad.
Tenue soledad que por dentro me marchita, que me apaga poco a poco.
Soledad que tanto he echado de menos.
Soledad triste y bella al mismo tiempo.
Leal, sincera, amarga. Fría soledad.
Soledad repleta de preguntas sin respuesta.
Simple. Grotesca. Cálida. Inocente soledad.
Soledad al fin y al cabo.
Mentiras disfrazados.
Besos encadenados.
Soledad y libertad ancladas de la misma cadena.
Tener a alguien con quien compartir eso. Tu libertad y tu soledad.
Soledad y silencio.
Silencio roto con el sonido de una lágrima.
Y tener a alguien con quien compartir eso. Tu soledad y tu silencio.
Ruinas y claridad.
Amanecer y tempestad.
Ver en la soledad la belleza.
Soledad que suspira.
Soledad suicida.
Océano lleno de prejuicios. Repleto de precipicios.
No te quise más de lo que te he odiado, mi querida Soledad.

viernes, 6 de junio de 2014

El [D]olor de un día cualquiera.
Hoy
 huele a corazón mojado.
A uno más de mis versos empapados en alcohol.
A tinta repleta de lágrimas.
A soledad y desamparo.
A historias inacabadas, de las de puntos suspensivos.
Porque no somos de comas, ni de punto y final.
Somos de puntos suspensivos; de los que más daño hacen.
Seguimos como el amor y el odio; tan cerca y tan lejos.
Como Enero y Diciembre.
Como la rosa y la espina.
Como la tormenta y la calma.
Esa tomenta que inundará mis párpados.
Ese torrente de lágrimas que nadie podrá parar.
Hoy es uno de esos días de lluvia. Tanto en las calles, como en mis ojos.
Uno de esos días fríos, de los que solo Neruda se puede adueñar.
Un día de versos escritos al amanecer.
Un día de tibios escalofríos.
Un día de puños golpeando con fuerza en corazones que suspiran.
Un día, al fin y al cabo. Un día como otro cualquiera.
Un día, sin más.

martes, 3 de junio de 2014

Grito en silencio.
Peces nadando en un turbio mar.
Gatos callejeros en mitad de la autopista.
Pájaros esquivando rascacielos.
Borrachos cerrando el último bar.
Cada uno con su triste historia.
Seguiremos siendo ese Escribiendo... Constante.
Esas líneas escritas, que borraremos miles de veces, por miedo a mandarlas.
Esa gota de lluvia corriendo por el cristal de la ventana de una fría habitación.
Seguiremos siendo ventanas de coches empañados.
El reflejo de lo que ahora eres y de lo que fuiste.
Seguiré siendo tu sol maldito, y tu la luna que cada noche viene a visitarme.
Seguiremos siendo el espejo del alma y la luz de cada amanecer.
Seguiré siendo el más frío invierno, y tú la alegre primavera que tanto he llegado a odiar.
Seguiremos siendo fuego, lluvia, niebla, viento.
Seguiremos siendo las cuatro estaciones.
La nieve que se acumula en tu tejado.
El mar de lágrimas que inunda tu habitación.
Ese grito en silencio en mitad de la noche.
Seguiremos siendo rehenes de tantos corazones secuestrados.
Porque sabedlo, no somos más que versos inacabados.

lunes, 2 de junio de 2014

Dulce ignorancia.
Voy a escribir una nueva página en este sin sentido.
Una nueva página que encierre todo lo que ahora está quemado del libro anterior.
Una página en la que cada palabra transmita cada latido.
Con sus lágrimas, sus sonrisas y sus medias lunas.
Que cuente de cada gesto el porqué.
Porque sin acordarme, me acordaba de tí.
Porque sin tenerte, te tenía a mi lado.
Porque sin olvidarte, olvidé quien era.
Olvidé el antes, para dejar paso a la realidad; esa realidad que se aprende a base de ostia tras ostia.
Porque no es que antes fueramos más fuertes, es que era la ignorancia la que nos protegía.
Poesía callejera, insolente, de preso común, obscena pero bella, evocadora y poderosa.